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Estudio: E-Bikers con más ingresos tienen más salud

Bike Sharing Toronto bietet E-Bikes zum Verleih in der Metropole Kanadas an

¿Qué factores influyen en la distancia recorrida y el estado de salud de los y las ciclistas de E-Bikes? Tres personas dedicadas a la investigación provenientes de la Universidad Howard de Washington y de la Universidad de Toronto se hicieron esta pregunta. Las respuestas se presentaron recientemente en la revista «Transportation Research Interdisciplinary Perspectives».

El estudio se titula «Investigating the factors affecting the distance travel and health conditions of e-bike users in Toronto«. Arroja luz sobre dos aspectos en particular: ¿Los ingresos de los y las ciclistas de E-Bike están relacionados con su salud? ¿Y las distancias que recorren afectan a la percepción sobre su salud? Ambas preguntas pueden responderse afirmativamente. Eso es probablemente lo que la mayoría habríais adivinado, ¿verdad? Sin embargo, también hay algunas sorpresas en las respuestas.

Conclusión 1: Las y los ciclistas de E-Bikes procedentes de hogares con bajos ingresos tienen un mayor riesgo de salud que E-Bikers de hogares con ingresos altos.

Se observa que los ingresos totales del hogar están estrechamente relacionados con el estado de salud física de los individuos que viven en él. Las personas con mayores ingresos suelen tener una mejor salud física. El veredicto es significamente peor para las y los E-Bikers con unos ingresos anuales de entre 20.000 y 39.000 dólares canadienses (CAD) que para las personas que obtienen entre 60.000 y 79.000 CAD al año. ¿Por qué se trata más de la salud percibida que de la salud real? Pues bien, el estudio se basaba en encuestas en las que los participantes debían calificarse a sí mismos dentro de la siguiente escala: «excelente», «muy bueno», «bueno», «bastante bueno» y «malo». Sin embargo, no había exámenes médicos que lo respaldaran con datos sólidos.

Conclusión 2: Los individuos que habitualmente recorren distancias largas en E-Bike tienen más probabilidades de gozar de una excelente salud que los que recorren distancias más cortas.

La distancia recorrida y la salud percibida también están relacionadas. Las personas que suelen recorrer distancias de más de 35 kilómetros en una bicicleta eléctrica se sienten más saludables que las que recorren distancias de entre 5 y 10 kilómetros y de entre 10 y 20 kilómetros.

En este contexto, los investigadores encontraron algunas correlaciones interesantes. Por ejemplo, resultó que las personas de hogares con ingresos de entre 20.000 y 39.000 CAD tienden a recorrer largas distancias. Como se ha mencionado anteriormente, éste es, sin embargo, el grupo que se siente menos saludable.

Por cierto, la diferencia en cuanto a la distancia recorrida entre mujeres y hombres es mínima. Además se dice que, cuanto más tiempo uno monte en bici, más viejo será. Los y las ciclistas de entre 50 y 64 años dejan atrás con facilidad a los más jóvenes de entre 35 y 49 años.

El gran valor añadido de este estudio radica en que no se limita a estas conclusiones. En cambio, proporciona información importante tanto para los responsables de la política de transportes como para las empresas. Al fin y al cabo, es bueno saber que la salud de las personas con rentas bajas es menor. Pero aún más valiosa es la sugerencia de cómo se puede cambiar esto. Por ello, el estudio también examina las políticas que deberían aplicarse para cambiar el comportamiento de los ciudadanos en materia de transporte.

Conclusión 3: Las estrategias políticas dirigidas a grupos con características demográficas especiales, tienen más probabilidades de ser eficaces.

Las características que pueden ser decisivas para estas campañas son, por ejemplo, la edad y los ingresos. Ambos son adecuados para dividir a los potenciales E-Bikers en segmentos individuales.

Los autores del estudio piensan en estrategias como el E-Bike Sharing o la provisión de bicicletas eléctricas gratuitas. Esta última política ya se ha probado con éxito en Suiza. Allí, como parte de un estudio científico, personas con un alto nivel de ingresos pudieron montar en bicicletas eléctricas de forma gratuita durante dos semanas. Posteriormente, se demostró que esto puede influir en la elección individual del transporte a largo plazo. Se optó por dejar el coche de lado y en su lugar tomar la bicicleta eléctrica.

Bike-Sharing como alternativa para las personas con menos ingresos

En cambio, para las personas con menos recursos, la compra de una bicicleta eléctrica fiable y adecuada para el uso diario es una inversión que difícilmente pueden permitirse. Aquí es donde el estudio de Toronto plantea la idea de ofrecer bicicletas eléctricas subvencionadas adicionalmente por el Estado o el municipio. El resultado podría ser un alquiler anual asequible.

El alquiler de E-Bikes, también llamado E-Bike sharing, representa una alternativa a la compra. En Toronto, la empresa «Bike Share Toronto» ofrece este servicio desde 2011. Más de 6.850 bicicletas están disponibles en 625 estaciones en un área de unos 200 km2. La afiliación anual cuesta 100 CAD. También se pueden comprar tickets para viajes individuales, así como para acceder a la flota de bicicletas durante 24 o 72 horas. Para este tipo de viajes no se añaden más cargos. En los otros casos, los primeros 30 minutos de cada viaje entran dentro de la cuota ya abonada. El tiempo de alquiler adicional tiene otra tarifa. Los tickets no hacen diferencia entre el alquiler de una bicicleta convencional o el de una E-Bike. Sin embargo, si se elige una E-bike, es reglamentario usar el casco.

Ausleihstation von Bike Sharing Toronto

Estación de alquiler de Bike Sharing Toronto

Enfoques diferentes, efectos similares

Independientemente de si las bicicletas eléctricas se compran o se alquilan, ¿cuál es el impacto del aumento de su uso? Los investigadores también se centraron en esta cuestión. Para ello utilizaron la simulación de Montecarlo como herramienta. Este procedimiento estadístico permite, en el caso de cuestiones complejas, trasladar las conclusiones de una muestra a una mayor generalidad. En este caso, se simularon varios escenarios políticos basados en el método.

Escenario 1 = Suministro de una E-Bike gratuita para todas las personas

En el primer escenario, se supone que todo el mundo podría utilizar una bicicleta eléctrica de forma gratuita. Los investigadores enfocaron el caso presuponiendo que el 80% de los hogares con ingresos bajos y el 20% de los hogares con ingresos altos harían uso de ella. Las consecuencias serían un mayor número de personas que calificaran su salud como «buena», «muy buena» o «excelente». Además, se realizarían menos viajes cortos y aumentaría el número de viajes de media y larga distancia.

 

Escenario 2 = Suministro de E-Bikes para empleados a tiempo parcial

Efectos parecidos pueden observarse cuando los empleados a tiempo parcial cambian su coche o el transporte público por una bicicleta eléctrica. Una vez más, el estado de salud mejora considerablemente. La variable de empleo no se incluyó en el modelo de distancia de viaje. Por lo tanto, la diferente tasa de uso de las E-Bikes entre los empleados a tiempo parcial no influyó en el modelo de distancia de viaje.

Diagramm zum Einfluss einer höheren Verfügbarkeit von E-Bikes für Teilzeitbeschäftigte auf deren Gesundheitsgefühl

Cambios en el estado de salud cuando el 50% de la muestra son trabajadores a tiempo parcial y usuarios de bicicletas eléctricas.

Trasfondo del estudio: recopilación de datos y validez

En general, estos resultados son muy alentadores. Pero, en parte, tienen una valor informativo limitado. El estudio se basa en una encuesta de 2013, en la que la ciudad de Toronto preguntó a sus residentes por Internet cómo utilizaban los medios de transporte «más pequeños», como las bicicletas eléctricas, los skateboards y los patines. Tras una revisión, de los 2.238 cuestionarios rellenados, se incluyeron 1.936 registros en el estudio empírico. Esta muestra era de usuarios habituales de bicicletas o E-Bikes. Así, los investigadores no recogieron datos actuales, sino que analizaron el material existente siguiendo su interés de investigación actual. Justifican este enfoque por el hecho de que, de otro modo, no habría habido ningún otro conjunto de datos adecuado que contuviera tanto datos de salud como datos sobre micromovilidad, es decir, sobre el uso de las bicicletas eléctricas. Además, este estudio sólo se ha realizado en Toronto y, por lo tanto, se refiere únicamente a esta ciudad.

 

Imágenes: Shift Transit;
Hasnine, S., Dianat, A., Nurul Habib, K., 2020. Investigating the factors affecting the distance travel and health conditions of e-bike users in Toronto. Transportation Research Interdisciplinary Perspectives 8 (2020)

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